jueves, enero 19, 2012

El Rey de los Enanos

Como últimamente me he hecho con algunos juegos de mesa nuevos, he pensado en hacer una pequeña reseña de alguno de ellos. En esta tanda me he pillado varios juegos de Bruno Faidutti, el diseñador que hizo Ciudadelas, el juego que es responsable de mi afición por este tipo de juegos.

The Dwarf King es uno de esos juegos que coge un juego de cartas de los mas tradicionales y trata de crear algo nuevo a partir de ese sistema. En esta ocasión ha cogido un típico juego de los que mi amigo Marcos llama de arrastre, y le ha aplicado un par de elementos que dan forma a un juego sencillo y muy divertido.

LAS BASES
La mecánica básica del juego es muy simple. Se reparten las cartas entre todos los jugadores y después, por orden, cada jugador participa en la fase o baza con una única carta de su mano. El jugador inicial establece el palo de la baza según la carta que juegue, y el que saque la carta mas alta de ese palo se llevara la baza.

Sencillo, ¿no? Pues pasemos a las complicaciones.

LAS CARTAS
Hay dos tipos de cartas. Las cartas normales, que están divididas en 3 palos de 13 cartas cada uno, y las cartas especiales, 9 repartidas entre los 3 palos y 5 cartas Mágicas que no tienen ni numero ni palo.

Cada uno de los palos corresponde a una raza; los Enanos (verdes), los Goblins (rojos) y los Caballeros (Azules) y tienen cartas numeradas del 2 al 10, mas el Campeón (el As) y las tres figuras reales (K, Q, J).

Entre las cartas especiales hay un 1 y dos 11 de cada palo, ademas de las 5 Cartas mágicas. Todas estas cartas tienen un efecto especial que modifica las reglas. Cosas como intercambiar las cartas con otro jugador, duplicar una carta en juego, robarles cartas a otros jugadores. Estas son las cartas que hacen que la estrategia cambie de una ronda a otra.

CONSTRUYENDO LA BARAJA
Para construir la baraja se cogen las 39 cartas normales (menos si se juega a 3 jugadores) y el jugador designado coge una carta especial al azar, la lee en voz alta y a agrega a la baraja, que pasa a barajar y repartir entre todos los jugadores. Así en cada ronda. Las cartas especiales solo se usan por una ronda, tras lo cual son descartadas y sustituidas por una nueva carta especial.

LA BÚSQUEDA
El principal elemento que hace que el juego sea cada vez diferente son las Búsquedas. Se tratan de una colección de losetas que introducen reglas de puntuación diferentes en cada ronda. Así, en una ronda conseguirás puntos por cada carta de caballero que tengas al final de la ronda. En otra ronda, puedes sumar puntos por cada 3 o 4 que tengas, o solo si ganas un numero impar de bazas en la ronda, o un numero par. O puede que en lugar de ganar puntos lo que hagas sea perderlo por cada carta que tengas de un tipo...

Hay 20 losetas de Búsqueda diferentes, y cada una de ellas tiene 2 opciones a elegir, por lo que la re-jugabilidad es bastante alta.



GANANDO
En cada ronda, cada uno de los jugadores puntúa de acuerdo a lo que indique la carta de Búsqueda. Esto continua por 7 rondas, en cada una de las cuales se cambia la carta especial usada y la Búsqueda. Y esto es lo realmente divertido del juego.

Hasta que no tienes la Búsqueda descubierta, no sabes si tu mano es buena o mala. Es totalmente posible sacar una Mano llena de campeones, figuras reales, y cartas muy altas y que debido a la Búsqueda usada ganar bazas sea malo... y que por mal que te pese, no puedas evitarlo.

EN DEFINITIVA
Es un juego muy muy divertido, sencillo, y visualmente muy atractivo. Iello se ha currado mucho la presentación, con unas ilustraciones estupendas y muy divertidas, y una caja de lo mas apañada, con un cartón de muy buen acabado y cierre magnético, que hace que de gusto gastarse el dinero. Parece ser que Devir va a publicarlo en castellano. Veremos como cuidan ellos la edición.

No soy un gran fan de los juegos de cartas tradicionales. Nunca conseguí engancharme a ninguno, y ademas de una vez para otra tenían que explicarme de nuevo las reglas porque no había forma que las aprendiera. Sin embargo cuando se les retoca un poquito y se les desarrolla una identidad propia, lo llevo mejor. Otros ejemplos de juegos de ese tipo podrían ser el Zero o Gran Dalmuti, aunque solo el Dalmuti se molesta en vestir un poco la premisa inicia.